¿A Qué le Teme Luis Caputo? Riesgos en el Mercado Cambiario
Luis Caputo, actual presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), está monitoreando de cerca los vencimientos de deuda privada en dólares, en un contexto donde el mercado cambiario enfrenta una amenaza significativa: el potencial desapalancamiento en dólares del sector privado, impulsado por un aumento en las expectativas de devaluación.
Este riesgo puede comprometer la estabilidad de las reservas internacionales del BCRA. La estructura del esquema cambiario vigente durante 2024-2025, que se basa en la dependencia de flujos de divisas provenientes de deuda privada, ha permitido acumular unos u$s8.100 millones en el mercado oficial desde septiembre de 2024. Sin embargo, la fragilidad de este modelo se vuelve evidente cuando las certezas sobre el tipo de cambio oficial comienzan a desvanecerse.

El Mecanismo del Desapalancamiento
Un aumento en las expectativas de devaluación altera los incentivos que han sustentado hasta ahora el endeudamiento en dólares. Las empresas que han aprovechado un crawling peg por debajo de las tasas de interés en pesos podrían optar por reducir su exposición en dólares ante la posibilidad de un ajuste cambiario. Este desarme no es solo una teoría; es un escenario que tiene implicaciones cuantificables.
De acuerdo con la última información del BCRA, el stock de deuda externa privada comercial con vencimientos a corto plazo asciende a u$s27.400 millones. Esta cifra representa un compromiso significativo que podría desencadenar una salida masiva de divisas si las expectativas se deterioran.
Presiones sobre las Reservas del BCRA
La probabilidad de este desapalancamiento no es un mero cálculo. En las últimas jornadas, el BCRA vendió más de u$s1.445 millones en el mercado oficial, reflejando una caída en la oferta de divisas y un aumento en la demanda privada. Si esta tendencia se acelera, los u$s27.400 millones en deuda comercial a corto plazo podrían convertirse en una presión inmediata sobre las reservas netas del BCRA, que ya se encuentran limitadas.
A esta cifra se suma un stock de préstamos bancarios en moneda extranjera de u$s14.283 millones, elevando el total de pasivos en dólares a más de u$s41.000 millones. Un desarme simultáneo de estas posiciones podría generar una presión adicional sobre el mercado cambiario, con el riesgo de una caída en las reservas y un eventual ajuste forzoso del tipo de cambio o de las tasas de interés.
La Sostenibilidad del Esquema Cambiario
La sostenibilidad del actual esquema cambiario depende de la confianza en la estabilidad del tipo de cambio oficial. Durante los últimos meses, las empresas se han endeudado en dólares gracias a una diferencia favorable entre la tasa de política monetaria y el ritmo del crawling peg. Sin embargo, esta ventaja se desvanece ante la anticipación de un ajuste cambiario.
El comportamiento de los exportadores también ha cambiado, con una liquidación de divisas que ha disminuido, pasando de un promedio de u$s100 millones diarios a mínimos de u$s20 millones. Este cambio refleja cómo las expectativas pueden alterar rápidamente los flujos que han apoyado al BCRA.
Avances en las Negociaciones con el FMI
En este contexto, el Gobierno argentino ha hecho un anuncio significativo: se está negociando un nuevo programa con el FMI por un monto de u$s20.000 millones. Caputo ha destacado que este acuerdo busca calmar las tensiones en los mercados locales y fortalecer las reservas del BCRA, que actualmente se encuentran en terreno negativo.
Aproximadamente u$s8.000 millones se destinarían a reforzar las reservas, mientras que los u$s12.000 millones restantes se utilizarían para pagar deuda existente con el organismo. El Gobierno también espera un desembolso inicial amplio que permitiría acelerar la eliminación de los controles cambiarios vigentes, un objetivo clave para la administración actual.
Desafíos en las Negociaciones
Las negociaciones con el FMI no están exentas de desafíos. Se han expresado preocupaciones sobre las intervenciones en el mercado cambiario, y se espera que el acuerdo incluya mecanismos que limiten la actuación del BCRA. Esto podría impactar directamente en la inflación, un punto sensible para la economía argentina.
Un Dilema de Política Económica
Frente a este panorama, el BCRA enfrenta un dilema de política económica. Puede optar por anclar las expectativas mediante señales claras de continuidad en el esquema cambiario, o permitir un ajuste en las tasas de interés que encarezca el desarme de posiciones en pesos. La magnitud del desafío exige una respuesta coordinada y creíble.
El anuncio del Gobierno sobre el programa con el FMI podría ser un paso en la dirección correcta, pero su éxito dependerá de la capacidad de Milei y Caputo para cerrar el acuerdo rápidamente. Sin una ejecución efectiva, el desapalancamiento en dólares podría convertirse en una crisis concreta, con consecuencias impredecibles para la estabilidad macroeconómica.